Los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) son padecimientos psicológicos relacionados con el consumo de alimentos que si no son tratados de manera oportuna, podrían traer graves consecuencias para la salud e incluso causar de muerte. Los más conocidos son la anorexia y bulimia nerviosas, en los cuales existe una distorsión de la imagen corporal así como una preocupación constante por el control de peso lo que orilla a adoptar conductas de alimentación anómalas.
Los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) son padecimientos psicológicos relacionados con el consumo de alimentos que si no son tratados de manera oportuna, podrían traer graves consecuencias para la salud e incluso causar de muerte. Los más conocidos son la anorexia y bulimia nerviosas, en los cuales existe una distorsión de la imagen corporal así como una preocupación constante por el control de peso lo que orilla a adoptar conductas de alimentación anómalas.
De acuerdo al Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-V) se incluye también al Trastorno por atracón como el tercer TCA.
Es más común en mujeres (90 a 95% de los casos). Sin embargo, se ha presentado también en hombres.
Puede aparecer a cualquier edad, pero es en la adolescencia cuando suelen presentarse con mayor frecuencia.
El peso no es el único indicador, hay personas con peso normal o incluso sobrepeso que padecen algún TCA.
Puede afectar a todo tipo de personas sin importar cultura o nivel socioeconómico.
Son diferentes los motivos que predisponen el desarrollo de estos trastornos, entre ellos: presión social por mantener una figura delgada como sinónimo de “belleza y éxito”, entorno familiar sobreprotector o con altas expectativas, medios de comunicación con mensajes sobre el “cuerpo perfecto”, baja autoestima y dietas de moda, entre otros.
Las siguientes podrían ser señales de alerta:
Se requiere intervención de un equipo multidisciplinario: médico, psicólogo y nutriólogo. El diagnóstico y tratamiento oportuno son las claves para evitar las siguientes complicaciones:
Es importante que el tratamiento incluya incorporar estilos de vida saludable, por ejemplo consumir probióticos como Lactobacillus casei Shirota, el cual puede ayudar a mejorar y fortalecer la microbiota intestinal.