El hambre emocional es el deseo de comer de forma impulsiva y descontrolada en respuesta a una serie de emociones negativas como estrés, tristeza, soledad o ansiedad, sin que exista una necesidad fisiológica del cuerpo. Cuando las personas se estresan se libera una gran cantidad de cortisol hacia la sangre ocasionando el deseo de realizar actividades placenteras o compulsivas, predictoras en el desarrollo del hambre emocional.
El hambre emocional es el deseo de comer de forma impulsiva y descontrolada en respuesta a una serie de emociones negativas como estrés, tristeza, soledad o ansiedad, sin que exista una necesidad fisiológica del cuerpo. Cuando las personas se estresan se libera una gran cantidad de cortisol hacia la sangre ocasionando el deseo de realizar actividades placenteras o compulsivas, predictoras en el desarrollo del hambre emocional.
El incremento de cortisol en la sangre junto con el hambre emocional son una combinación perfecta para el desarrollo de sobrepeso y obesidad, diabetes y acumulación excesiva de grasa abdominal.
Recuerda que, para mejorar la salud intestinal, así como la sensación de saciedad, se recomienda consumir diariamente lácteos fermentados con probióticos como el Lactobacillus casei Shirota, en combinación con alimentos ricos en fibra como cereales integrales, frutas y verduras.