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Muchas veces, cuando pensamos en salud mental creemos que el cerebro es el único órgano involucrado, pero el intestino también tiene un papel muy importante al respecto, pues cada vez más investigaciones indican que los problemas intestinales, pueden tener impacto en la función cerebral y estado mental. El eje intestino-cerebro es precisamente la conexión entre estos dos importantes órganos.
Muchas veces, cuando pensamos en salud mental creemos que el cerebro es el único órgano involucrado, pero el intestino también tiene un papel muy importante al respecto, pues cada vez más investigaciones indican que los problemas intestinales, pueden tener impacto en la función cerebral y estado mental. El eje intestino-cerebro es precisamente la conexión entre estos dos importantes órganos.
Hoy en día es sabido que la serotonina es el principal neurotransmisor que está involucrado en el control del estado de ánimo, la depresión y la agresión, de hecho el 95% de la serotonina se encuentra en el intestino, y la dopamina, otro importante neurotransmisor, en un 50%.
La noradrenalina y acetilcolina, otros dos neurotransmisores principales del cerebro, son producidas por algunas bacterias intestinales, aquí la importancia del equilibrio de la microbiota intestinal.
Más del 90% de las señales entre el intestino y el cerebro llegan a través del nervio vago, el cual une varios órganos y viaja a través del cráneo, pecho y abdomen.
Podríamos decir que el intestino cuenta con su propio sistema nervioso y está conectado al cerebro de forma bidireccional, esto quiere decir que ambos órganos envían y reciben información. Es por esto que muchas de las veces que nos encontramos en situaciones de miedo, estrés o emoción; experimentamos diferentes sensaciones intestinales dada la conexión entre nuestros “dos cerebros”, estas reacciones suceden fuera de nuestra conciencia, ya que son parte del sistema nervioso autónomo.
Hay una gran cantidad de evidencia que demuestra el papel que tiene el intestino en varias enfermedades neurológicas. Además se ha observado que muchas de las personas con trastornos psiquiátricos suelen presentar alergias e inflamación intestinal, lo que podría indicar un desequilibrio de la microbiota.
De esta manera, podemos entender como nuestra salud física como mental están influenciadas por nuestro intestino y por los microorganismos que en él se alojan. Por eso es necesario mantener el equilibrio de nuestra microbiota intestinal, y una de las mejores maneras de hacerlo es mediante el consumo de bacterias probióticas como el Lactobacillus casei Shirota, en conjunto con una alimentación correcta.
