Las vacunas tienen como objetivo generar inmunidad contra una enfermedad al estimular la producción de anticuerpos. De esta manera se previenen enfermedades que anteriormente causaban epidemias, discapacidades y defunciones a un gran número de personas. Las vacunas forman parte de un programa básico en el combate y control de ciertas enfermedades, además, son las medidas sanitarias que mayores beneficios han generado a la humanidad.
Las vacunas tienen como objetivo generar inmunidad contra una enfermedad al estimular la producción de anticuerpos. De esta manera se previenen enfermedades que anteriormente causaban epidemias, discapacidades y defunciones a un gran número de personas. Las vacunas forman parte de un programa básico en el combate y control de ciertas enfermedades, además, son las medidas sanitarias que mayores beneficios han generado a la humanidad.
Para facilitar la correcta utilización de las vacunas, cada país opta por generar su propio esquema de vacunación, estableciendo el tipo de vacuna, dosis, periodo y edad en las que deberán ser aplicadas.
La vacunación previne enfermedades como: tétanos, difteria, sarampión, rubeola, hepatitis B, infección por virus del papiloma humano (VPH), influenza, infección por neumococo y tos ferina. Datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) revelan que la inmunización (por vacunas) previene cada año entre 2 y 3 millones de defunciones, y a pesar de ello, más de un millón de lactantes y niños de corta edad mueren cada año a causa de neumococo o rotavirus.
México es un país que promueve la salud y bienestar de toda su población, de tal manera que se implementan a nivel nacional, todos los años, distintos tipos de campañas de vacunación. Por una parte, se tiene la campaña permanente donde se implementan todas las vacunas del esquema anual y campañas por temporada en las que se intentan mitigar las enfermedades que suelen hacerse presentes por cambios climáticos o desastres naturales.
El esquema nacional de vacunación comienza a partir del nacimiento y finaliza a los 11 años de edad. Actualmente se cuenta con un esquema de vacunación de adolescentes y adultos en los cuales, se refuerzan algunas vacunas de la infancia o previenen enfermedades estacionales (ej. Influenza). Estas últimas son de suma importancia para los adultos mayores.
Ante cualquiera de estas eventualidades, es necesario acudir al médico con la cartilla de vacunación para que el personal de salud tenga la certeza de cómo contrarrestar los síntomas de manera oportuna. Recuerda que una inmunización (vacunación) temprana, alimentación correcta, actividad física y el consumo frecuente de probióticos como el Lactobacillus casei Shirota son parte de un estilo de vida saludable.