La calidad del sueño se refiere a la satisfacción que un individuo experimenta con todos los aspectos relacionados con el dormir, incluyendo la facilidad para iniciar el sueño, su mantenimiento, duración y la sensación de descanso al despertar. Una buena calidad del sueño contribuye a una salud óptima, mantener el equilibrio hormonal, la función cognitiva y el sistema inmunológico fuerte.
La calidad del sueño se refiere a la satisfacción que un individuo experimenta con todos los aspectos relacionados con el dormir, incluyendo la facilidad para iniciar el sueño, su mantenimiento, duración y la sensación de descanso al despertar. Una buena calidad del sueño contribuye a una salud óptima, mantener el equilibrio hormonal, la función cognitiva y el sistema inmunológico fuerte.
En contraste, una mala calidad del sueño puede causar fatiga, lentitud, disfunción del organismo durante el día y se asocia con el desarrollo de diabetes, enfermedades cardiovasculares, infartos, embolias, obesidad, depresión y ansiedad.
La Academia Estadounidense de Medicina del Sueño y la Sociedad de Investigación del Sueño recomiendan a los adultos dormir al menos 7 horas, a los adolescentes (13 a 18 años) de 8 a 10 horas, y a los niños (6 a 12 años) de 9 a 12 horas para una salud óptima.
Fomentar una microbiota sana es crucial para la salud del sueño, lográndose con un estilo de vida saludable y el consumo de probióticos, como el Lactobacillus casei Shirota. Este probiótico demostró mantener la calidad del sueño en un grupo de estudiantes sometidos a estrés.