El ejercicio físico tiene una relación muy importante con la salud gastrointestinal; mantenerse activo mejora la digestión al promover los movimientos peristálticos y fortalecer los músculos intestinales. Recientes investigaciones han demostrado también la relación del ejercicio cardiovascular con la salud de la microbiota intestinal.
El ejercicio físico tiene una relación muy importante con la salud gastrointestinal; mantenerse activo mejora la digestión al promover los movimientos peristálticos y fortalecer los músculos intestinales. Recientes investigaciones han demostrado también la relación del ejercicio cardiovascular con la salud de la microbiota intestinal.
Esto explica como es que el sedentarismo se acompaña frecuentemente de problemas gastrointestinales como estreñimiento, inflamación, etc.
Se recomienda realizar actividades aeróbicas o cardiovasculares en combinación con ejercicios abdominales y respiratorios para obtener los máximos beneficios:
La práctica de ejercicio a una intensidad que mejore la capacidad cardiorrespiratoria incrementa la diversidad y actividad de la microbiota intestinal; sin embargo es importante esperar por lo menos dos horas después de haber consumido un alimento para evitar síntomas gastrointestinales adversos.
Hay que recordar también que toda rutina de actividad física debe estar acompañada de una alimentación correcta que incluya una buena fuente de fibra (25 -30 g/día) y consumo suficiente de agua (2 litros/día).
¡El consumo frecuente de probióticos como el Lactobacillus casei Shirota en combinación con un estilo de vida saludable potenciará los beneficios a tu salud digestiva!