• Prebióticos: son compuestos no digeribles que llegan hasta el colon y son fermentados por bacterias benéficas, se encuentran en cebolla, ajo, espinacas, plátano, manzana, cereales integrales, frijoles, entre otros.
• Probióticos: son microorganismos vivos que al ser consumidos en cantidades adecuadas confieren beneficios para la salud. Se pueden obtener a través del consumo de lácteos fermentados con probióticos como los Lactobacillus casei Shirota que contribuyen al equilibrio de la microbiota intestinal.
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¡Recuerda que somos los que comemos! Prefiere alimentos nutritivos y saludables y cuida tu microbiota intestinal.