Los principales cambios en la microbiota intestinal observados a partir de los 60
años son:

• Disminución de bacterias beneficiosas, como las Bifidobacterias.
• Aumento de bacterias potencialmente nocivas, asociadas con inflamación.

Estos cambios, conocidos como disbiosis intestinal, son consecuencia de factores como modificaciones en la dieta, uso de medicamentos (especialmente antibióticos), enfermedades crónicas y un estilo de vida menos activo.  

Como consecuencia, se produce inflamación crónica, deterioro del sistema inmunológico, pérdida de masa muscular, envejecimiento acelerado y mayor riesgo de enfermedades como diabetes, obesidad y cardiovasculares.

Recomendaciones para una microbiota diversa y saludable

• Incrementa el consumo de fibra: frutas, verduras, cereales integrales y
  leguminosas.
• Incluye lácteos fermentados, como yogur, kéfir y productos a base de leche
  fermentada.
• Añade probióticos: cepas como el Lactobacillus casei Shirota favorecen el
  equilibrio microbiano.
• Adopta un estilo de vida activo con ejercicio regular, descanso adecuado y
  control del estrés.

Aunque los cambios en la microbiota durante el envejecimiento son inevitables, cuidar la alimentación, hábitos saludables y el consumo de probióticos pueden ayudar a preservar su equilibrio, promoviendo un envejecimiento más saludable y mejor calidad de vida.