Los lácteos, además de ser una fuente de péptidos bioactivos que favorecen el control de la presión arterial, en algunos casos también contienen probióticos. Un ejemplo es el Lactobacillus casei Shirota, que apoya la salud intestinal y podría tener un efecto positivo en la salud cardiovascular. Es preferible obtener el potasio a través de la alimentación en lugar de suplementos. Se ha observado que, para que el potasio tenga un efecto positivo en la presión arterial, también es importante moderar el consumo de sodio. En resumen, el potasio es tan importante para la salud cardiovascular que incluso la Asociación Americana del Corazón estima que el consumo de este mineral podría reducir la incidencia de hipertensión arterial y mejorar la esperanza de vida.