¿Sabías que las bacterias probióticas deben permanecer vivas durante su consumo y hasta que llegan a los intestinos?
Si bien los seres humanos no podemos “pausar” el que estemos vivos, las bacterias probióticas tienen la extraordinaria capacidad de permanecer inactivas pero vivas en lácteos fermentados debido a su acidez y bajas temperaturas.
¿Qué sucede después de que se consumen los probióticos?
Estos viajan hasta el intestino, donde se activan, reproducen y ejercen beneficios en la salud.
Interesante: No cualquier bacteria sobrevive en el tracto digestivo. Entre las que garantizan su supervivencia hasta el intestino, se encuentran los probióticos Lactobacillus casei Shirota, fortalecidos para sobrevivir a jugos gástricos y sales biliares.
¡Consúmelos diario y disfruta de sus beneficios en la microbiota intestinal!